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Huelga de los trabajadores árabes y judíos

Huelga de los trabajadores árabes y judíos

Por S. Munir (1)

En los últimos meses, se dieron importantes huelgas de trabajadores judíos y árabes en Palestina. Especialmente notable fue la protagonizada en las refinerías petroleras de Haifa al inicio de este año, y la huelga general el 20 de mayo de este año donde 40.000 trabajadores árabes y judíos se concentraron durante un día en los campamentos militares.

La prensa capitalista, la cual pretende que el imperialismo británico domine Palestina con el fin de mantener la paz entre las diferentes comunidades, naturalmente no incluyó ni una sola palabra sobre la unidad árabe-judía en estas manifestaciones.

Las autoridades británicas decidieron despedir a miles de trabajadores que trabajan en los campamentos militares La decisión de los despidos fue puesta en las manos de capataces judíos, con la esperanza de generar conflicto entre los trabajadores árabes y judíos. Puede que haya habido rumores de que esa era la única razón para los despidos. Sin embargo, la provocación no tuvo éxito. La burocracia reaccionaria de los sindicatos árabes llamó a los trabajadores a movilizarse contra los capataces judíos. Esto se produjo a fines de marzo. La gran mayoría de los trabajadores árabes rechazó convalidar esta provocación y la huelga fracasó.

Ahora, las provocaciones vienen del lado sionista. El 15 de mayo, el tren que transporta trabajadores a los campamentos, y que no desempeña ninguna función militar, fue bombardeado por terroristas sionistas. Los trabajadores respondieron con un día de huelga. El mismo burócrata sindical árabe, Sami Taha, intentó enfrentar nuevamente a los trabajadores entre sí. Pero solo recibió abucheos. El pico de las provocaciones fue alcanzado cuando la Haganá (organización militar oficial sionista) atacó el poblado árabe de Fejja, asesinando árabes bajo el pretexto de que estos eran bandidos provenientes del poblado, o que buscaban refugio en él. Por supuesto, la matanza fue hecha sin juicio ni pruebas.

Los trabajadores marchan juntos

En la lucha contra el coloso petrolero, la Compañía Petrolera Iraquí –una combinación británica-americana-francesa– poseedora de un capital superior a las treinta millones de libras, que rechazó una suba salarial de tres piastras -centésima parte de una libra- para los hambrientos trabajadores, árabes y judíos dieron muestra de su solidaridad. A pesar de la oposición de ambos sindicatos a cualquier forma de cooperación entre los trabajadores, estos últimos se agruparon en muchos días de huelga.

Cuando el burócrata árabe pidió a los judíos presentes que se retiraran de la asamblea, todos los trabajadores árabes los acompañaron, dejándolo a solas. Un trabajador árabe, incapaz de expresarse ante sus compañeros judíos, demostró sus sentimientos de la siguiente manera: tras pararse en la plataforma, tomó dos palos y mostró que estando juntos no podían romperse, pero que por separado se rompían con suma facilidad. Cada palo representa a los trabajadores judíos y árabes, mientras que él mismo era el imperialismo británico. Fue ovacionado con grandes aplausos.

En un folleto redactado en árabe y hebreo por la Liga Comunista Revolucionaria, los trotskistas de Palestina se explicaba el carácter político de la huelga. Contenía advertencias de las posibles provocaciones del gobierno, los líderes feudales árabes y de la Histadruth (organización sionista en el movimiento obrero). Resalta la demanda de extender la huelga de un día hasta que las mismas sean aceptadas; poner en marcha un control obrero sobre los despidos y un organismo compuesto por delegados de todos los campamentos militares para constituir una estructura permanentemente de representación de los trabajadores.

Los sionistas hacen su mayor esfuerzo para probar que un estado judío es necesario ya que la paz no es posible entre judíos y árabes y que por lo tanto no hay posibilidad de una Palestina independiente de mayoría árabe donde ambas comunidades coexistan en paz. Los líderes feudales árabes y sus lacayos también le temen a todas y cada una de las muestras de solidaridad obrera. A pesar de todas estas provocaciones, los casos de solidaridad entre obreros árabes y judíos ocurren una y otra vez.

1. Socialist Appeal N°46, mediados de julio de 1947. Órgano del Partido Comunista Revolucionario (sección británica de la Cuarta Internacional). S. Munir es el pseudónimo de Gabriel Baer, militante trotskista judío-palestino. En particular en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial jugó un rol importante en la elaboración de las posiciones de la IV Internacional en Medio-Oriente. Después de la división de la IV en 1953 abandonó el activismo militante y se convirtió en uno de los principales especialistas de la historia de los pueblos árabes. Enseñó en la Universidad de Tel Aviv.



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