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Se disuelve la clase en el Partido Comunista

"N. Markin" (seudónimo de Leon Sedov)

En enero en 1930, se proclamó un nuevo reclutamiento de trabajadores al Partido Comunista de la Unión Soviética. Los números de febrero de Pravda están bien instruidos, sobre la "gran insurgencia", sobre " la masa congregada de trabajadores en el Partido", etc. El Comité Central ha dado las directrices: "procurar no menos de la mitad de la participación Partidaria de obreros industriales hasta el Decimosexto Congreso del Partido" (Pravda, 11 de febrero). Cifrando esto significa que en aproximadamente dos meses el Partido ha introducido un mínimo de aproximadamente 150,000 miembros nuevos. [1] Hasta ahora ya existen alrededor de 200,000 solicitantes. En unas pocas semanas, el número de miembros y candidatos al Partido superará los 2 millones.

La Admisión colectiva

Todas las declaraciones periodísticas subrayan el carácter colectivo de presentar solicitudes de admisión al Partido. Entran en brigadas, de turnos, o por oficio e incluso fábricas enteras. Los gremios de oficio de las fábricas, es decir, varios cientos de hombres, con los capataces a la cabeza y con frecuencia con los técnicos e ingenieros, se vierten al Partido. Los núcleos crecen, 100, 200 y más del porcentaje. Formalmente, la instrucción de admisión es, como siempre, individual. Pero, en realidad la admisión es colectiva. Los periódicos y los dirigentes del Partido insisten en que las comisiones de reclutamiento se apresuren con las formalidades. La Comisión Central de Reclutamiento decidió "simplificar la admisión en el Partido" (Pravda, 4 de marzo). Por eso, dado el carácter puramente formal de la inzstrucción, el porcentaje de solicitantes rechazados es extremadamente una vagatela. La falta de criterio al menos seria de los candidatos, en una palabra, todo este método realmente antipartidario de la campaña ya es alarmante para los comunistas menos miopes.

La búsqueda de altos porcentajes (casi siempre ficticios) resulta en el hecho de que un agente de reclutamiento, agarra por la manga a uno que se niega a la afilicion del Partido, comienza a persuadirle, asesorarle, etc. Como resulta del punto de vista de un corresponsal obrero en Pravda - "-Los analfabetos políticos que poseen una insignificante experiencia industrial enttran en el Partido". A partir de la limpieza parcial del partido se puede ver a qué conduce esta política. Por ejemplo, en uno de los distritos de Donbas (Usovca) un tercio de los miembros de los núcleos industriales fueron expulsados (Pravda, 1 de febrero). Los resultados de la limpieza en Sumara hablan aún más elocuentemente de que el aparato ha aniquilado la línea divisoria entre el Partido y la clase, llevando al Partido una masa bruta, que no solo no se transforma en el crisol del Partido, sino que, a la vista la terrible condición del régimen interno del Partido se ve empujada, ya sea por expulsión o por un desprendimiento. En lugar de del distanciamiento llegan en abundancia nueva materia prima. Las puertas de entrada y salida del Partido están abiertas de par en par.

Una prima en el analfabetismo político

El criterio decisivo, por no decir el único, para la admisión en el Partido es la cuestión del trabajo productivo y el "modelo de disciplina" del solicitante. "La prueba más importante de idoneidad para ingresar al Partido es el grado de participación activa de los trabajadores en las brigadas de choque, en la carrera socialista y su avance en la funcion activa realmente en la industria": estas son las instrucciones del C.C. de P.C.U.S (Pravda, 11 febrero). ¿Participaste en la carrera socialista? ¿Cuántos días estuvo ausente del trabajo? ¿Cuánto se suscribió para el préstamo y lo aceptó? ¿De qué manera ayudas a la colectivización? Estas, y algunas más en el mismo espíritu, son el cuestionario que se le hacen al solicitante. No hay preguntas partidistas y políticas. (Incluso la "clasica" sobre el trotskismo está ausente). Uno puede pensar que es una cuestión de la admisión individual en la cooperativa o en el sindicato, esta es la parte en que falta el espíritu del Partido. Pero, ¿para qué necesita eso el aparato estalinista? Considera las nuevas incorporaciones al partido solo como un apoyo "impactante" para los órganos industriales. Al carecer de cualquier tipo de perspectiva política, los dirigentes aventureros consideran esto, a veces casi obligatorio. (el presidente pregunta: "¿Quién está en contra?", naturalmente, no hay ninguno. Todos votan "a favor") la inclusión de gremios de oficios y fábricas en el Partido como un medio de acrecer la productividad del trabajo, como un logro más efectivo de intensificación y tempos más altos. No les preocupa qué sucede con el Partido, ni si el Partido existe como tal.

El abismo entre los líderes y las masas

En diciembre de 1929, la afluencia de trabajadores al Partido era todavía muy baja, pero, ahora, Pravda declara, "hay un gran cambio inesperado". Las organizaciones del Partido estan alcanzadas "por sorpresa". "En la fábrica sucedió algo inesperado e imprevisto: columnas de trabajadores se registran en el partido. El núcleo de ninguna manera podría esperarlo "(Pravda). Los escritores y editores ni siquiera notan qué veredicto fatal es esto para el régimen del Partido, qué es declaración aterradora sobre el deterioro de todos los tejidos del Partido. Si asumimos, de acuerdo con el aparato, que realmente hay una gran acreencia en la clase trabajadora, y que el aparato sentado allí no sabe nada, "no espera" nada, "no prevé" nada, entonces debe reconocerse que está separado de la masa con una partición impenetrable. El hecho en sí mismo muestra incluso a los ciegos, la profundidad del abismo que el aparato y la masa se ha socavado.

La fábrica de Kolomensk ingresó al Partido casi en un cuerpo colectivo. Ocho mil trabajadores de esta fábrica ya ingresaron al Partido. "Los trabajadores de Kolomensk deben ser un ejemplo para los demás" - apela Pravda. Por lo tanto, es interesante considerar esta fábrica en pocas palabras. [2] La fábrica de Kolomensk produce maquinaria (tractores, locomotoras, diésel, etc.), esta algo más de cien kilómetros de Moscú. El personal proletario de la fábrica siempre se consideró en la organización del Partido de Moscú como una vanguardia, y realmente lo fue. Más del 70% de los trabajadores no solo están "atados" a la aldea, por el contrario, que tienen su propia cabaña, vaca, jardín, etc. El hermano, el padre de un trabajador de Kolomensk, es un campesino que trabaja en la fábrica y los ayuda; son propietarios de sus propiedades. La psicología de un trabajador medio de Kolomensk es la de un campesino. A menudo considera su trabajo en la fábrica como un apoyo para su explotación campesina. Un trabajador de Kolomensk se parece muy poco al proletario de Leningrado. Es esta fábrica la que se convirtió en la vanguardia del ejército obrero y Leningrado su retaguardia. (Hasta el 14 de marzo, el distrito de Moscú tenía más de 90,000 solicitantes y el Leningrado cerca de 30,000). Y no es un accidente. Una explicación de este hecho se encontrará no en la ciudad, sino en la aldea, y particularmente en la política "colectiva". La colectivización empujó al trabajador de Kolomensk, Podolsk y Mytishchensk al partido. Su estado campesino decidió. Sin entrar en los complicados problemas de la colectivización, sin embargo, señalaremos que el elemento de seguro tuvo una funcion activa no menor. "Tendré que ingresar a la colectivizacion de todos modos, entonces podemos ingresar como comunistas, habrá más privilegios". De esta forma, espera conseguir créditos, inventarios, etc. más fáciles. Por otro lado, y esto es lo más importante, el trabajador no partidario en la fábrica no ve una gran diferencia entre él y el trabajador del Partido.

Por qué no debería entrar en el partido, tal vez será más fácil? Se pregunta. Privando al partido, al igual que al apartidario, de todos los derechos, presionándolos en las garras burocráticas, el aparato que usurpo se ha convertido a los dos en ejecutores sin palabras.

Ni el apartidista ni el trabajador militante del Partido se atreven a decidir, criticar ni a deliberar. Al abrir de par en par las puertas del partido se borra la distinción entre el partido y la clase. El Partido deja de ser la vanguardia, deja de ser un partido, por el contrario, esto es precisamente por lo que el aparato está luchando. Simultáneamente con la disolución de la clase en el Partido, el aparato se eleva por encima de todo. Ambos procesos son paralelos, uno complementa al otro. En el estrato superior, el aparato se convirtió en una institución suprapartido, no tiene control, es infalible, ordena: el Partido de abajo deja de existir. El desarrollo ulterior de este proceso es la decadencia, la muerte del Partido como un Partido. Debemos ser francos al respecto, plantearlo con toda determinación.

30 marzo 1930

Publicado en The Militant. Vol. III, N ° 22, el 7 de junio de 1930, p. 8. Traducción al castellano: Matteo David, Agosto 2018. Fuente: Marxists Internet Archive.

1. Durante el año 1929, 200.000 trabajadores ingresaron al partido.
2. Las cifras sobre la edad de aquellos en la fábrica que ingresa al partido son muy interesantes. La mayoría tiene entre 30 y 40 años, esto es cierto para otros lugares. El cincuenta por ciento de ellos tiene más de diez años de experiencia industrial. "El cambio que ocurrió entre los trabajadores de mayoria de edad, aquellos que trabajaron en la fábrica durante los últimos 20-30-40 años, es particularmente gratificante", escribe Pravda. Es dudoso que este hecho sea "particularmente gratificante". Un viejo trabajador que no fue sacudido por el mes de octubre [de 1917], o la guerra civil, está avanzado. La juventud, los Comsomols, que es la parte más avanzada y activa de la masa se está quedando atrás. Este síntoma es más alarmante que "gratificante".



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