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Escritos Latinoamericanos (compilación, 3ra. edición)

Una lección más sobre la conferencia de Lima

Una lección más sobre la conferencia de Lima

Artículo fechado el 31 de diciembre de 1938.Tomado de la versión publicada en Escritos, Tomo X, pág. 251, Editorial Pluma. Publicado originalmente en Clave Nro. 4,primera época, enero de 1939, sin firma, bajo el título “Una lección más. A propósito de la Conferencia de Lima”. La Octava Conferencia Panamericana se reunió en Lima, Perú, del 9 al 27 de diciembre de 1938. El gobierno de Estados Unidos intentó utilizar la conferencia para enrolar a los pueblos latinoamericanos como peones del imperialismo yanqui en la inminente guerra y establecer una indiscutida hegemonía norteamericana en América Latina, pero la Declaración de Limaque se votó fue una transacción entre los representantes de Estados Unidos y el capitalismo británico.

 

 

La trabajosa elaboración de la llamada resolución de solidaridad de Lima se completó cuando este ejemplar de Clave fue a la prensa. Por lo tanto no podemos hacer un análisis detallado de la Conferencia Panamericana sobre este punto, pero lo haremos en el próximo número. Por ahora nos limitaremos a dar algunas conclusiones sumarias, que son sin embargo invariables y al mismo tiempo instructivas.

América Latina es un punto de apoyo absolutamente indispensable para la agresión mundial por parte de Estados Unidos. A esta altura ya no se trata de que la Casa Blanca defiende a las democracias americanas sino de que defiende a Latinoamérica como tal en beneficio de Estados Unidos. La ubicación de los países latinoamericanos respecto a Estados Unidos no tiene nada que ver con la línea divisoria entre democracia y fascismo. Las pías e hipócritas exigencias de Cordell Hull1, que cuenta con el apoyo de algunas de las más brutales dictaduras y con la oposición de países que se acercan a la “democracia”, provocaron en cada una de las naciones actitudes determinadas por consideraciones geográficas y estratégicas y por intereses comerciales, no por razones políticas.

Resulta claro que fracasó la política de Roosevelt, es decir la del imperialismo con sonrisa amistosa, lo que constituye el complemento natural del fracaso del New Deal en la política interna de Estados Unidos. La conclusión a extraer es clara, y el capital norteamericano ya lo está reconociendo: no se puede obtener nada significativo con concesiones a los obreros en la política interna ni con concesiones a los “bárbaros” en política exterior. El formidable programa armamentista de Estados Unidos hace muy elocuente la derrota diplomática de Cordell Hull en Lima.

Comienza una edad del hierro para el Nuevo Continente. Ya no más ilusiones pacifistas ni milagros. Sólo a través de la lucha revolucionaria los pueblos latinoamericanos, igual que el proletariado de Estados Unidos, lograrán su emancipación.

 

1. Cordell Hull (1871-1955): secretario de estado de Estados Unidos de 1933 a 1944. Su especialidad consistía en negociar acuerdos comerciales recíprocos con los países latinoamericanos.