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Boletín Nº 2 (Mayo 2003)

Una ocupación militar indefinida

Una ocupación militar indefinida

Partido Obrero de Argentina, Prensa Obrera N° 799, 7 de mayo de 2003

 

Mientras el pueblo manifiesta en las calles contra la ocupación imperialista, el Pentágono anunció planes para establecer cuatro grandes bases militares permanentes en Irak. Es decir que más allá de los cinco años durante los cuales las tropas norteamericanas estarán en las ciudades iraquíes, el establecimiento de estas bases plantea la perspectiva de una ocupación militar indefinida.

 

 

La conversión de Irak en una ciudadela militar norteamericana en Medio Oriente ha sido definida como "uno de los más impactantes logros en la revolución estratégica que ahora está comenzado a lo largo de Medio Oriente y el sudoeste de Asia, del Mediterráneo al Océano Indico" (The New York Times, 19/4).

La amenaza militar norteamericana apunta en forma directa a los regímenes de Irán y Siria; bajo esta presión, el régimen sirio ha capitulado rápidamente. Pero la presencia militar norteamericana también apunta a resolver la crisis política de la monarquía saudita y a "poner en caja" las deterioradas relaciones con Turquía. Esto se manifiesta en los anuncios de que Estados Unidos retirará tropas de estos dos últimos países para ubicarlas en Irak.

La instalación militar norteamericana en Irak plantea la perspectiva de la desestabilización de todo Medio Oriente, y del entrecruzamiento de la crisis política interna del propio Irak con las crisis de los Estados de la región. Estados Unidos advirtió a los clérigos shiítas que gobiernan Irán que cualquier intento de sostener a la mayoría shiíta iraquí será considerado como un "caso de guerra"; el desarrollo de los acontecimientos en el Kurdistán iraquí tendrá una repercusión directa en la crisis del régimen turco; la capitulación de Siria ante el imperialismo será un facto de presión adicional para el aplastamiento de la Intifada palestina.

Pero las bases iraquíes del imperialismo no sólo tienen por objeto promover la reorganización política de Medio Oriente. Con la extensión de la Otan hasta las fronteras de Rusia, la conquista de Irak y Afganistán y los acuerdos para la "guerra antiterrorista" en Asia, el Pentágono ha puesto en pie bases en un amplio cinturón que, partiendo de los países bálticos, Europa Oriental y Yugoslavia, pasa por Oriente Medio y Asia Central y llega al confín del Extremo Oriente.

El imperialismo prepara las condiciones para una guerra mundial contra los pueblos del mundo. Pero las condiciones políticas para una fascistización - la primera de las cuales es una amplia derrota de la clase obrera en los propios países imperialistas - están muy lejos de haberse reunido. El curso militarista plantea nuevas conmociones políticas y sociales, no sólo en el Tercer Mundo sino también en las propias metrópolis imperialistas.