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Escritos de León Trotsky (1929-1940)

La Krestintern y la Liga Antimperialista

La Krestintern y la Liga Antimperialista

La Krestintern y la Liga Antimperialista[1]

 

 

Publicado en setiembre de 1930

 

 

 

¿Qué hay de nuevo en la Krestintern?[2] Fue creada por los epígonos[3] precisamente para demostrar cómo hace política la gente que caracteriza correctamente al campesinado. Desde el principio la consideramos moribunda y, en la medida en que no lo fuera, reaccionaria. En el Sexto Congreso de la Internacional Comunista (1928), Bujarin[4] se disculpó por no poder decir nada (es decir, nada bueno) sobre la Krestintern. Sugirió que tratáramos de "ayudar a la Krestintern a convertirse en una organización viva". En el Decimosexto Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, el informe de Bujarin ni siquiera mencionó a la Krestintern, como si ésta no existiera. ¿Significa por ventura que no llegó a convertirse en una "organización viva"? ¡Pero si todos saben que fue uno de los frutos más selectos del antitrotskismo!

El campesinado es la menos internacional de todas las clases de la sociedad burguesa. La Internacional Campesina encierra una contradicción, no dialéctica sino burocrática. La unificación internacional del campesinado, independientemente de las secciones de la Comintern es -repetimos- un invento burocrático moribundo o una escuela de arribismo democrático-burgués encubierto bajo un manto protector. Es necesario liquidar abiertamente a la Krestintern, sacando todas las conclusiones pertinentes.

Es notable que el trabajo en el campo al amparo de la Krestintern no haya registrado el menor avance. En el Sexto Congreso Bujarin se vio obligado a reconocer que "en las regiones campesinas nuestra influencia no se ha acrecentado; ha disminuido, incluso en Francia y Alemania". Esto sucedió porque "nosotros" encaramos al campesinado desde la posición de la Krestintern, es decir, como una totalidad, lo que en realidad se convirtió en una búsqueda del pequeño propietario como propietario. Se marginó a los obreros agrícolas y a los campesinos semiproletarios y como resultado de ello se debilitó el comunismo en el campo. El informe de Molotov[5] no dijo una sola palabra sobre el trabajo en el sector rural.

La Liga Antiimperialista[6] es la Krestintern en el idioma de las colonias. Sus congresos y actividades son puramente decorativas. Muenzenberg[7] lanzó una luz de bengala sobre los arribistas de izquierda de la Segunda Internacional[8] y sobre los que hasta ayer eran los verdugos de las masas trabajadoras de las colonias. La luz de bengala, cuyo precio fue bastante elevado, dejó a su paso nubes de humo, a cuyo amparo los arribistas, los aventureros y los aspirantes a verdugo tratan sus asuntos.

Se recordará que la amistad de los stalinistas con el Kuomintang fue paralela al sólido bloque con los rompehuelgas del Consejo General[9] y que el nudo que unió ambas amistades fue la Liga Antiimperialista.

A principios de 1927, Muenzenberg, el empresario de los negocios corrompidos e inflados, convocó a una reunión de la Liga en Bruselas. Al respecto, el periódico central de la Comintern, en su número del 25 de febrero de 1927, hizo el siguiente comentario:

"No es casual que el papel más activo, ejemplar [!] y destacado [!!] lo desempeñaron las principales fuerzas vivas de la revolución china: los sindicatos chinos, el Kuomintang y el Ejército Popular Revolucionario por un lado, y los representantes del proletariado británico, sobre quienes recayó la responsabilidad principal en la organización de la lucha contra la intervención, por el otro". (Komunisticheski Internatsional, 1927, Nº 8, p. 5.)

¡"No es casual"! ¡No es casual que en la conferencia de Bruselas el papel "ejemplar" fuera desempeñado por el Kuomintang de Chiang Kai-shek y los queridos aliados del Comité Anglo-Ruso!

La Liga Antiimperialista es un Kuomintang de segunda línea en el plano internacional. La disolución de la Liga, como la de la Krestintern, es una medida urgente de higiene revolucionaria.



[1] La Krestintern y la Liga Antiimperialista. Biulleten Opozitsí (Boletín de la Oposición), números 15-16, setiembre-octubre de 1930. Sin firma. Traducido (al inglés) para este volumen (de la edición norteamericana) por Jim Burnett; hay otra traducción que apareció en The Militant el 15 de noviembre de 1930. Biulleten Opozitsi: periódico en ruso que Trotsky comenzó en julio de 1929, pocos meses después de su deportación a Turquía. Se lo imprimió en París hasta 1931, y luego lo trasladaron a Berlín hasta 1933, fecha en la que fue proscrito por los nazis. A partir de ese momento se publicó en París hasta 1934, en Zurich hasta 1935, nuevamente en París hasta 1939 y en Nueva York hasta 1941, año en que cesó su publicación, la colección completa en cuatro volúmenes, con todos los artículos de Trotsky identificados, incluso aquellos que no están firmados, o firmados con seudónimo, fue publicada por Monad Press (distribuida por Pathfinder Press).

[2] La Krestintern (Internacional Campesina), formada por la Comintern en octubre de 1923, fue un experimento que no tuvo mucho éxito. Desapareció sin pena ni gloria más o menos al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

[3] Epígonos: discípulos que corrompen las doctrinas de sus maestros. Es un término despectivo que Trotsky usaba para referirse a los stalinistas, que se reivindicaban leninistas.

[4] Nikolai Bujarin (1888-1938): estuvo entre los viejos bolcheviques que se aliaron con Stalin contra la Oposición de Izquierda hasta 1928. Sucedió a Zinoviev en la presidencia de la Comintern y fue, junto con Stalin, autor del programa adoptado por aquélla en su Sexto Congreso Mundial (1928). Encabezó con Rikov y Tomski la Oposición de Derecha en 1929; junto con ellos fue purgado de la dirección del partido, capituló ante Stalin y se le permitió regresar al partido. En 1938 fue ejecutado después del tercer gran Juicio de Moscú.

[5] Viajeslav M. Molotov (n. 1890): viejo bolchevique, elegido en 1920 para integrar el Comité Central del PC ruso, se convirtió en un ardiente seguidor de Stalin. Fue dirigente de la Comintern después de la caída de Bujarin (miembro del Presidium del Comité Ejecutivo de la Internacional, 1928-1934), presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo (1930-1941), ministro de relaciones exteriores (1939-1949, 1953-1956). Fue eliminado de la dirección del PC en 1957 por oponerse a la política de "desestalinización" de Jruschov.

[6] La Liga Antiimperialista, un proyecto de la Comintern, celebró su primer congreso mundial en Bruselas en febrero de 1927 y su segundo y último congreso mundial en Frankfurt, en julio de 1929. Igual que la Krestintern, desapareció sin que se supiera más de ella.

[7] Willi Muenzenberg (1889-1940): organizador de la Juventud Comunista Internacional y un leal stalinista. Con el dinero de la Comintern fundó toda una cadena de empresas de propaganda, incluyendo diarios, revistas, una empresa cinematográfica, una editorial, etcétera. También fue uno de los responsables de la Liga Antiimperialista. En 1937 rompió con la Comintern a causa de la política de frente popular y apareció muerto en Francia después de la invasión alemana (1940).

[8] Segunda Internacional (o Internacional Obrera y Socialista): orga­nizada en 1889 como sucesora de la Primera Internacional. Fue una asociación libre de partidos nacionales socialdemócratas y obreros, que reunía en su seno elementos revolucionarios y reformistas. Su papel progresivo terminó en 1914, al violar sus sectores mayoritarios los principios socialistas más elementales y apoyar a sus propios gobiernos imperialistas durante la Primera Guerra Mundial. Se desintegró durante la guerra, pero en 1923 resurgió como organización totalmente reformista.

[9] El Consejo General del Congreso Sindical levantó la huelga general británica de mayo de 1926, causando la derrota de una huelga prolongada que los mineros habían sostenido aquel año. Los stalinistas, sin embargo, continuaron lisonjeando al Consejo General, tanto en la Liga Antiimperialista como en otros frentes, porque el Consejo estaba dispuesto a seguir integrando el Comité Anglo-Ruso de Unidad Sindical, que había sido organizado por el Consejo General y los sindicatos soviéticos para luchar, entre otras cosas, contra la guerra. En 1927 se consideró que el peligro de un ataque imperialista británico a la Unión Soviética era muy real. Para conocer las opiniones de Trotsky sobre el Comité Anglo-Ruso, y la actitud de los stalinistas hacia el mismo, véase la colección Leon Trotsky on Britain (¿Adónde va Inglaterra?, Buenos Aires, 1974.)



Libro 2