El Tratado de Brest-Litovsk fue firmado el día 3 de marzo de 1918 en Brest-Litvosk entre Rusia y las potencias centrales. Ponía fin a la participación rusa en la Primera Guerra Mundial. Era una paz deseada por Lenin y sus partidarios, ya que era una de las exigencias de “paz y tierra” que reclamaba el pueblo ruso. La guerra fue uno de los principales motivos de la revolución rusa de 1917. No obstante, el tratado fue perjudicial para Rusia. Perdió importantes territorios que suponían un tercio de su población. Pero la derrota de Alemania en la guerra y la victoria de los bolcheviques en la posterior guerra civil mitigó los efectos de Brest-Litovsk.