El caso Diego Rivera (VIII)
Carta a Charles Curtiss
18 de enero de 1939
Estimado camarada Curtiss:
Por lo que entendí de los nuevos argumentos del camarada Rivera que usted me transmitió ayer oralmente rehusó participar en el trabajo colectivo a causa de... mi presencia. Al mismo tiempo, negó que hubiera alguna divergencia de principios.
En esta ocasión, sus acusaciones se refieren a mis malos “métodos”; más concretamente, me acusa de intrigar contra él. No quiero aquí insistir en que esa acusación es más falsa y fantástica que las otras; pero creo que un hombre de partido que acusa a otro de intrigas tan “terribles” que le impiden participar en el trabajo está obligado a demostrarlo a través de los canales regulares de la organización.
Le ruego le pregunte al camarada Rivera si está dispuesto a probar sus acusaciones ante una comisión nombrada por el Comité Panamericano o por el Secretariado Internacional.
Con fraternales y cordiales saludos,
L. Trotsky