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Escritos de León Trotsky (1929-1940)

Partido Comunista Alemán o partido nuevo? (I)

Partido Comunista Alemán o partido nuevo? (I)

Partido Comunista Alemán o partido nuevo? (I)[1]

 

 

12 de marzo de 1933

 

 

 

Al Secretariado Internacional

 

Estimados camaradas:

 

Lo que está provocando el derrumbe del stalinismo alemán es su propia podredumbre interna, más que los golpes de los fascistas. Así como un médico no abandona al paciente mientras éste muestre siquiera un hálito de vida, nosotros asumimos la tarea de reformar el partido mientras existió la menor esperanza. Pero sería criminal atarse a un cadáver. Hoy, el PCA es eso mismo.

El desprecio de la vanguardia obrera alemana hacia la burocracia que los engañó será tan grande que la consigna de reforma le resultará falsa y ridícula. Tendrá razón. ¡Ha llegado la hora! Tenemos que plantear abiertamente la necesidad de prepararnos para crear un partido nuevo.

¿Cómo realizar este trabajo? Deberá basarse, por supuesto, en los elementos creados por el proceso anterior. Pero la nueva perspectiva y la nueva consigna le abrirán posibilidades a la Oposición de Izquierda. Es necesario declarar que la ruptura con la burocracia stalinista alemana es un hecho. Este abrupto viraje de nuestra política, provocada por el giro de los acontecimientos (el 4 de agosto[2] es un hecho consumado), no será probablemente comprendido de golpe por nuestros camaradas. Es por eso que debemos analizar el problema en nuestras propias filas y, sobre todo, con los camaradas alemanes. La tarea resultará más fácil si el Secretariado aprueba de inmediato una posición firme y resuelta.

La burocracia stalinista se encuentra en transe de organizar un nuevo “congreso de Amsterdam”, esta vez contra el fascismo. En el caso de que el mismo fuese convocado deberíamos aprovecharlo mejor que el Congreso Contra la Guerra. Todas las secciones, sin excepción, habrán de encontrar la forma de enviar una representación. Uno de los medios es transferir los mandatos a los camaradas del país donde se celebrará el congreso. Todas las secciones tendrán que publicar declaraciones de principios (no en su propio nombre sino en el de distintas organizaciones obreras).

Puesto que se trata de aparecer ante el congreso en oposición a los burócratas centristas y a los liberales antifascistas, tendremos que tratar de concertar acuerdos con organizaciones como el partido (y los sindicatos) de Sneevliet[3] en Holanda, el SAP en Alemania y otras similares. Con ese fin, junto con nuestro llamado a los obreros alemanes a crear un partido nuevo, será necesario elaborar un documento más breve y más sencillo con el que, tras las conversaciones preliminares, nuestros aliados podrán identificarse (su eje fundamental debe ser demostrar el error de convocar a semejante congreso). Se trata de una medida táctica muy importante, ya que fomentará la autodeterminación de nuestros aliados y podría facilitar la creación de un partido nuevo en Alemania.

Las diferencias respecto de tal o cual aspecto no pueden ser importantes; el avance de nuestro trabajo las barrerá si es que concordamos en los principios, vale decir, en la necesidad de efectuar un viraje abrupto en nuestra actitud hacia el Partido Comunista Alemán.

Es obvio que el viraje no consiste en que nosotros “proclamemos” el partido nuevo. Eso está fuera de toda discusión. Pero sí declaramos lo siguiente: el partido oficial alemán está liquidado políticamente, no puede resucitar. La vanguardia obrera alemana debe construir un partido nuevo. Los bolcheviques leninistas le ofrecemos nuestra colaboración.

Aquí, naturalmente, se plantea el problema de nuestra actitud hacia las demás secciones de la Comintern y la Tercera Internacional en su conjunto. ¿Rompemos con ellas inmediatamente? Creo que sería un error responder rígidamente: sí, rompemos. El derrumbe del PC Alemán disminuye las posibilidades de regeneración de la Comintern. Pero, por otra parte, la propia catástrofe podría provocar una sana reacción en algunas secciones. Debemos estar prestos para fomentar este proceso. El problema no está resuelto para la URSS, donde sería incorrecto levantar la consigna de partido nuevo. Hoy llamamos a la creación de un partido nuevo en Alemania, para arrancar a la Comintern de manos de la burocracia stalinista. No se trata de crear la Cuarta Internacional sino de salvar lo que queda de la Tercera.

Esta es la conclusión obligada de la situación interna de Alemania y sobre todo del PC Alemán. Debemos apuntar bien alto, sin gastarnos en detalles. En la práctica eso significa que, en primer término tenemos crear un órgano teórico y político de la Oposición de Izquierda en alemán que se publique en el extranjero. Y debemos hacerlo inmediatamente, para dar a los obreros de vanguardia un punto de apoyo en esta etapa turbulenta. Hay que ponerse de acuerdo con los camaradas alemanes lo antes posible para sacar esta publicación.

 

G. Gourov [L. Trotsky]



[1] ¿Partido Comunista Alemán o partido nuevo?. Boletín Internacional de la Oposición de Izquierda Internacional, Nº 2/3, abril de 1933, versión inglesa publicada por la CLA para el Secretariado Internacional. Firmada “G. Gourov". La propuesta de crear un partido nuevo en Alemania detonó una polémica en la prensa interna y pública de la Oposición de Izquierda Internacional.

[2] El 4 de agosto de 1914 la socialdemocracia alemana votó en el parlamento a favor del presupuesto de guerra del gobierno imperialista, violando así su propia promesa de combatir al militarismo tanto en épocas de guerra como en tiempos de paz. El mismo día, los partidos socialdemócratas de Francia y Bélgica publicaron manifiestos de apoyo a sus respectivos gobiernos en la guerra. La literatura política marxista utiliza el término cuatro de agosto para designar el fracaso de la Segunda Internacional como organización revolucionaria.

[3] Henricus Sneevliet (1883-1942): fundador, sucesivamente, del movimiento marxista en Indonesia, del PC holandés y del Partido Socialista Revolucionario, el último tras ser expulsado de la Comintern en 1929. En 1933 su partido se afilió a la oposición de Izquierda Internacional y Sneevliet fue uno de los firmantes de la “Declaración de los cuatro”, que llamaba a la creación de una nueva Internacional. Abandonó el movimiento de la Cuarta Internacional en 1938 y fue ejecutado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.



Libro 3